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Dentro de las bebidas que más se consumen en el mundo es innegable que el café está entre las primeras. A muy pocas personas he podido conocer a quienes no les guste el café, bien sea caliente o frío, aunque por lo general se consume caliente. Y más que todo en ciudades frías. Sin embargo, el clima no es una condición que limite la ingesta de esta deliciosa bebida. 


Puedo decir que es un hábito, una cultura, una costumbre, a tal punto de que en prácticamente ninguna casa de las que he podido visitar falta el café, y en las mañanas es una bebida más que obligatoria, necesaria. 

Incluso, personas que se privan de esta bebida por un día pueden referir dolor de cabeza, mal humor, entre otras cosas extrañas, que pudieran parecer exageradas, pero no. NO son exageración, son una realidad, y tiene su debida justificación. Y esta esta dada principalmente por la cafeína, que es un químico, podríamos decir que adictivo.

Es muy conocido que la cafeína tiene su efecto muy fuerte en el control del sueño, es la bebida que más se consume cuando se trata de permanecer la noche despierto, porque tiene esa particularidad de darnos energías, o al menos de hacernos sentir mucho más activos de lo acostumbrado, y altera evidentemente el ciclo de sueño y vigilia, lo que podríamos decir que es algo a favor de el. 

Pero no podemos tampoco negar que como todo, en exceso, tienes sus detalles que podrímamos decir son perjudiciales. Por ejemplo, las bebidas energéticas, muy conocidas por que en realidad te dan esa sensación de reponerte las energías, lo que contienen, entre otros químicos, son altas concentraciones de cafeína. He leído que puede contener cada envase de estas bebidas el equivalente en cafeína de 8-10 tasas de café, y la verdad es que esto es una gran cantidad. 

Hay personas que después de ingerirlas refieren haber tenido taquicardia, es decir, aumento en la frecuencia cardíaca, palpitaciones, que es la posibilidad de sentir los latidos cardíacos, esto último en condiciones normales no debería ocurrir. Claro, no quiero decir que esto es un signo de enfermedad, pero lo menciono como una características a destacar en los efectos que la cafeína podría tener en nosotros, sobre todo si es consumida en exceso. 

Pero a pesar de eso, yo soy una persona que ingiere café a diario, y no precisamente descafeinado, y puedo decir que no creo que deje de tomar algún día, porque es algo que me gusta, incluso, cuando no lo bebo, siento que mis energías no son las mismas. 



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