### <center>El bosque tenebroso y el camino de las hormigas</center>

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<div class="text-justify">Hace mucho tiempo el bosque que quedaba cerca de la ciudad era muy visitado. Pero los jóvenes que iban de excursión no regresaban y nadie daba explicaciones por las extrañas desapariciones de sus visitantes. Pasado los años, la gente lo llamaba el bosque tenebroso aludiendo al misterio que nacía de sus entrañas.

<br />El bosque se hizo más bosque aún por sus descuidados árboles y abundante maleza. Los senderos prácticamente no se visualizaban y en las noches los sonidos, como de lamentos, ahuyentaba incluso al más temerario.

Juancito, que ya había cumplido los 16 años, siempre había querido visitar al famoso bosque tenebroso. Preparó su mochila para ir justo la mañana del sábado, después de sus prácticas deportivas en el colegio. Llevaba una linterna, ropa extra, comida enlatada, una navaja, agua y un botiquín de primeros auxilios. Él estaba convencido de que se trataba de una leyenda urbana. 

Cuando terminó de jugar fútbol, sin decirle nada a nadie, se colocó su abultada mochila en la espalda y comenzó a caminar hacia su gran aventura. Natalia, que lo observó desde las gradas, se percató que él no iba hacia su casa. Hizo una pequeña carrera para alcanzarlo y preguntarle si podían caminar juntos.

Juancito sabía que Natalia era muy curiosa y que estaba encaprichada con él. Le dio un “no” por contesta. Un seco “no” y siguió caminando. Ella insistió pero él la detuvo.

-Natalia: voy al bosque tenebroso y lo más seguro es que me pierda y no regrese nunca más. Dijo Juancito a su imprudente acompañante.</div>

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<center><sub>Fuente de la imagen: <a href="https://pixabay.com/es/illustrations/bosque-%C3%A1rboles-paisaje-1699079/" target="_blank">Pixabay</a> por <a href="https://pixabay.com/es/users/susannp4-1777190/" target="_blank">Susann Mielke</a></sub></center>


<div class="text-justify">A Natalia se le salían los ojos de sus cuencas. No le podía creer que iba hacia ese lugar. Pero le dijo: si tú vas yo te acompaño. Yo soy muy valiente y tengo muchos conocimientos de excursionismo.

<br />Juancito lo pensó rápidamente y le pareció que no tenía nada que perder. Por el contrario, los dos podían comprobar que el bosque no estaba encantado.

Juancito accedió y junto a Natalia enfiló sus pasos hacia el bosque tenebroso para llegar antes de que cayera la noche.

Llegaron al perímetro del bosque y se insertaron en él. La maleza era muy alta y casi intransitable. Poco a poco, se abrieron paso pero no sabían hacia dónde ir. En un pequeño claro se sentaron para descansar. Tomaron agua y conversaron acerca de lo malo que jugaba el equipo de fútbol. 

Cada jugador fue criticado sin piedad por los dos jóvenes. Pero, sin darse cuenta la oscuridad se apoderó del bosque y una ráfaga de aire frío llegó hasta ellos. En ese momento sintieron que no estaban solos.

Juancito se levantó del suelo de hojarasca; él no sabía cómo había llegado hasta allí ni muchos hacia dónde seguir. Natalia le agarró la mano, llena de angustia, y le dijo para caminar juntos así hasta que lograran salir del bosque. 

Anduvieron en círculos, perdidos, hasta que encontraron una laguna. Ya no tenían agua y Juancito sacó su botella vacía de la mochila para llenarla. El agua era cristalina y con una coloración verde.</div>

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<center><sub>Fuente de la imagen: <a href="https://pixabay.com/es/illustrations/fondo-componer-el-agua-cascada-1524526/" target="_blank">Pixabay</a> por <a href="https://pixabay.com/es/users/susannp4-1777190/" target="_blank">Susann Mielke</a> </sub></center>

<div class="text-justify">Le concedió a Natalia el privilegio de satisfacer su sed, primero que él, dándole la botella recién llenada. Pero ella estaba distraída viendo un camino de numerosas hormigas, muy cerca del borde de la laguna.

<br />Juancito la empujó suavemente mostrándole la botella y ella la agarró. Casi no hablaban desde que se sintieron perdidos en el bosque. En ese instante, él le dijo que se apurara porque también tenía sed.

Cuando ella estaba a punto de beber el líquido cristalino le extrañó el olor que provenía de la laguna y tiró la botella contra el suelo.

-Juancito no tomes de esta agua; creo que tiene un extraño olor. Dijo Natalia con seriedad.

A lo que él respondió: “a mí también me llega un olor raro. ¿Qué crees que sea?”

No sé, dijo ella. Mira ese camino de hormigas, ¿a dónde irán? Vamos a seguirlas.

No teniendo una brújula, y sin un mapa, seguir a las hormigas no era mala idea, pensó Juancito.

No tuvieron que caminar mucho porque pronto descubrieron cientos de hormigueros y algunos restos de osamentas humanas. Natalia estaba aterrada de ese descubrimiento pero su lógica aún la acompañaba. Entretanto, Juancito no salía de su asombro.

El agua está envenenada, dijo Natalia con vehemencia, por eso tiene un olor extraño. Tal vez, sea por mercurio, hierro, plomo o por algún otro mineral.

Juancito quedó boquiabierto por la exaltación de Natalia. 

¡Claro! Dijo él. Todo concuerda. La gente no desaparece sino que muere envenenada cuando bebe el agua y por eso nunca más regresa para la ciudad. ¡Eres brillante Natalia!

Terminando de decir esas palabras, ellos oyeron las pisadas de alguien y en medio de los árboles apreció un hombre con un rifle apuntándoles, al tiempo que les dijo: “nunca pensé que el camino de las hormigas iba a descubrir el secreto de la laguna en el bosque. Ahora, ¡bébanse el agua que queda en la botella!”

Juancito y Natalia  quedaron paralizados. Habían descubierto un secreto muy grande, tal vez como lo habían descubierto otras personas, y tenían que morir por ello.

Ya la noche no era tan oscura. Natalia le hizo un guiño a Juancito mientras agarraba la botella del suelo y se inclinaba para beber de ella pero con una rapidez inusitada se la lanzó a la cara al hombre desconocido. 

Desprevenido, por el ágil movimiento de la muchacha, el guardián de la laguna envenenada recibió un golpecito y unas salpicaduras de agua. Eso fue suficiente para que Juancito sacara su navaja de la mochila y se la clavara dos veces al hombre en su pierna.

Natalia y Juancito salieron corriendo despavoridos. Corrieron sin mirar atrás y en menos de media hora se encontraban en la perimetral del bosque. 

Estaban salvados. Se abrazaron al llegar allí. Luego al oír unos pasos empezaron a correr de nuevo y no se detuvieron hasta llegar a casa de Natalia.

Ya era de madrugada y los padres de Natalia estaban despiertos por la ausencia de ella. Se alegraron al verla pero al mismo tiempo pidieron explicaciones.

Los chicos empezaron a narrar lo que habían descubierto. Hablaban de manera atropellada y no se les entendía. Poco a poco, se calmaron y contaron su gran aventura.

El padre de Natalia era un médico reconocido en la ciudad. Él llamó a las autoridades policiales para hacer la denuncia. También, llamó a todos los hospitales para detener a cualquier hombre que llegase con una herida de navaja en la pierna.

La historias de los jóvenes fue publicada en los diarios. El bosque tenebroso dejó de serlo pero ahora nadie quería ir allí.

Se descubrió que la fábrica de plástico de la ciudad arrojaba sus desperdicios tóxicos en la laguna del bosque. El hijo del dueño de la fábrica fue uno de primeros que supo de las muertes en el bosque y decidió crear la leyenda urbana del “bosque tenebroso” para que no siguieran muriendo más personas por beber agua de la laguna.

Él no estaba de acuerdo con el escaso tratamiento de las aguas residuales de la empresa de su padre, por lo que asumió encubrir los hechos. Su padre ya había fallecido y él ya era una persona mayor. Entonces, encargó a su primo del cuidado de la empresa y del bosque. Ese fue el hombre, acuchillado en la pierna, que declaró y confirmó todos los hechos que ni siquiera sabían los jóvenes imprudentes.

Después de dos días sin verse, Natalia y Juancito se encontraron en el colegio. Se sonrieron de lejos, se acercaron y con mucha suavidad él le dio a ella su primer beso de amor. </div>

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<center><sub>Fuente de la imagen: <a href="https://www.pxfuel.com/es/free-photo-xauyh" target="_blank">Pxfuel</a> </sub></center>


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<div class="text-justify">Con este cuento deseo hacer mi participación y contribución al concurso de escritura que promueve @fuerza-hispana. Si desean conocer algunas normas obligatorias del concurso pueden chequear en <a href="https://hive.blog/hive-147104/@fuerza-hispana/concurso-de-escritura-or-el-bosque-tenebroso-y" target="_blank">Concurso de Escritura </a>.</div>


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###### <center>Gracias por leer. Bienvenidos sus comentarios.</center>

###### <center><em>¡Saludos infinitos!</em></center>

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