La madre naturaleza bañó el cielo de la tarde en un resplandeciente tono naranja. Los sonidos de las bocinas de los automóviles, el frenazo de los frenos de los vehículos en una carretera principal cercana estaban apagados en las orejas. Estaba frente a la televisión viendo por enésima vez una película de Hollywood. La taza de café en mi mano estaba casi vacía.

El áspero zumbido del timbre de la puerta me sobresaltó. Caminé los pocos pies hacia la puerta y la abrí. Me sorprendió encontrar a una chica que era inequívocamente una extranjera. Una adolescente, llevaba un par de pantalones vaqueros azules, pantalones capris raídos, una camisa de seda blanca metida en los capris y un par de correas de cuero marrón claro. Ella llevaba una mochila que parecía bastante pesada. Era muy hermosa y tenía el pelo negro hasta los hombros. Su único adorno era la sonrisa contagiosa que se reflejaba en sus labios rosados.
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"¿Puedo ayudarte?" Pregunté cortésmente.

"Sí, señor, estoy buscando a la señora Latha".

Mi corazón se salto un latido.

"¿Para qué puedo saberlo?"

"Señor, ¿puedo entrar? No tardaré mucho ".

Yo dudé. Hora de la tarde, una jovencita, y estoy sola ...

"Por favor, entre". Abrí la puerta completamente, me hice a un lado y la dejé entrar.

"Gracias."

Ella comenzó a hablar después de que nos acomodamos en los sofás del salón.

"Señor, soy Estelle ... Estelle Miller. Soy de Estados Unidos. Usted debe ser el esposo de la señora Latha, ¿verdad?

"Sí. ¿Cómo conoces a mi esposa?

"En realidad, no lo hago." Ella sonrió tímidamente.

La miré con curiosidad.

"Usted ve, señor, sufro de cáncer; Han sido durante los últimos años ".

"Lamento escuchar eso, señorita Miller".

"Estelle. No tengo tiempo para los trámites, señor ".

Una vez más, le di una mirada burlona. Parece que me estoy convirtiendo en un experto en dar una mirada burlona.
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"Seguir."

“Me diagnosticaron cáncer hace unos años. He estado en quimioterapia. Entre otros, he perdido mucho pelo debido a los efectos secundarios. Me deprimí más con la pérdida de cabello y su efecto en mi apariencia que con el hecho de que podría tener una enfermedad terminal ". Otra vez la sonrisa contagiosa.

"Una vez más, siento mucho escuchar eso, señorita Mil ... Estelle".

"No lo seas. No quiero llorar hasta la tumba. De todos modos, mis padres apelaron a esta organización (ella mencionó un nombre), que ayuda a los sobrevivientes de cáncer, quemando a las víctimas de muchas maneras. "Me han proporcionado una peluca hecha de cabello humano natural, donada por muchas mujeres compasivas, cariñosas y amorosas", dijo, señalando su cabello.

Asentí en agradecimiento.

“Un milagro parece haber ocurrido en mi caso. El cáncer ha entrado en recesión. Parece que he vencido a la enfermedad, al menos por el momento ".

"Muy feliz de escuchar eso, Estelle".

“Comencé a hacer consultas sobre mis donantes. Con gran dificultad, pude encontrar detalles de mis donantes; hay tres, dos de los EE. UU. y el tercero es su esposa, señor ”.

¡Estaba aturdido!

Recordé nuestra visita a los Estados Unidos hace unos años, durante la cual ella donó su cabello a la organización que mencionó Estelle. Incluso había recibido una carta de agradecimiento de ellos.

“Me fui en una peregrinación. Visité a mis dos donantes en los Estados Unidos y les transmití mi gratitud eterna. Estoy en Chennai, India ahora, para conocer a su esposa y personalmente agradecerle su amable y compasivo acto ".

Le di una mirada en blanco.

"Bueno, señor, ¿dónde está ella? ¿Puedo conocerla, por favor?

"No, Estelle, no puedes".

¡Sonaba bastante brusco para mí! Ella se sorprendió por mi franqueza.

"Señor, solo le daré las gracias y me iré; no molestará a la gente en absoluto. Por favor, señor."

No tenía más remedio que decirle la verdad.

"No, Estelle, no entiendes. No puedes conocerla porque ... "Me atraganté. Las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas.

"Señor, ¿estás bien?"

Después de unos momentos, recuperé una apariencia de compostura.

"Sí, estoy bien". Hice una pausa. "No puedes conocerla porque ella falleció ... hace tres meses".

Era como si una bolsa de arena la golpeara. Las lágrimas brotaron de sus ojos color avellana al instante.

"¿Cómo, señor?"

“Complicaciones después de una cirugía mayor. Ella estaba sufriendo el problema incluso durante nuestra visita a Estados Unidos ".

Hubo un completo silencio por un minuto. Estelle se secó las lágrimas y se levantó para irse. Yo también me puse de pie.

"Lo siento Estelle; No podría ser de ninguna ayuda. Mi esposa está muerta."
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Se quedó quieta en el marco de la puerta por unos momentos. Se volvió para mirarme, y habló de una manera tranquila y serena.

"Usted está equivocado, señor. Tu esposa no está muerta. Ella sigue viviendo ".

Estelle pasó sus delgados dedos por su suave cabello y desapareció por la puerta.

***

Las palabras del autor

La historia está inspirada en mi experiencia de la vida real. Sin embargo, Estelle Miller y las situaciones son ficticias. 

Hay muchas organizaciones benévolas que prestan el servicio de yeoman a tales sobrevivientes. Sin embargo, ninguna organización divulgaría información de ningún donante; Sería imposible, de todos modos. He creado la situación solo para dramatizar mi punto.