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La soledad, es un sentir tan dañino y silencioso. Podría estar rodeado de las personas que amo y hacerlo de una forma rutinaria. Pero cuando el corazón cree en alguien y con ello se crea expectativas de vida a futuro, se imprima como aquellos lobos de sus fieles amores, pues pueden nunca haberles amado, pero al menos por siempre estarán allí para protegerlos.
Pero desde ese día, sabía que muchas iban a cambiar. Si divago en los recuerdos, pudiera decir que esa llamada fue una total pérdida de tiempo, pues estaba dejando a un lado a quienes realmente estaban allí para mí, cuando mi cuerpo y corazón estaba más bien gritando su nombre, y con ello solo hice lo que sentí que era correcto, decir que estaba bien a pesar del dolor punzante en mi pecho y del correr de sangre por mi rostro por el golpe al volante.
No puedo imaginar el terror que ellos debieron sentir en ese momento, sin saber que no fueron mi primera opción cuando debió ser así. Pero no se le puede decir mucho a un corazón cegado y manipulado, hice lo que creí y sentí en ese momento, pues de haber sido algo con un grado de realidad, tal vez fuese ese compañero que me estuviera acompañando; gracias a la vida no es así.
Lo que debería ser un colchón agradable a mi cuerpo, se convierte luego de las 5 horas en una gran roca fría que entumece mi cuerpo y hace disipar la energía en mi. No pude seguir de este modo, tenía que buscar la salida aunque mis manos temblaran y mi respiración se agita como las veces que te sujetaba de tu mano y te miraba a los ojos.
Eso tenía que quedar atrás, era una película que ya había visto antes y del cual fui protagonista.
Salgo al mundo, pareciendo un momento adecuado para darme una oportunidad. Siento como el viento acaricia mis mejillas y el sol termina de secar algunos restos de mis lágrimas casi cristalizadas en mi piel. Miro a mi alrededor, como una forma de intentar distraer mi mente; el camino parecía totalmente seguro, aunque mi pecho me decía “devuelvete” pensando que tendría un accidente similar como aquel momento. Pero supe que solo era el miedo intentando aferrarse a mi vida, así que me contuve. Respire hondo una y otra vez, recordando que esa sería la única manera de salir y poder volver a ser quien era.
Sonrío al sujetarme la parte media de mi cuerpo, pues parecía un choque de vientos huracanados, solo que nadie iba a salir lastimado; solo era cuestión de un plato de alimentos. Mi expresión a la primera bocanada fue de éxtasis, entre saciar el hambre y la sed de respirar una nueva vida, dando los primeros pasos por alejarme de esa tormenta que quería dejar atrás.
Pero aquel sol ya no estaba radiante, parecía esconderse entre las oscuras nubes que daban a entender que la lluvia podría avecinarse lo más pronto. Pero eso no importó, mi rostro estaba calmado, mi cuerpo no sentía ningún temor, y esa sensación que tenía de arrepentimiento se estaba disipando por completo.
Ya no había pasos a traspié, estaba casi totalmente seguro de que ese iba a ser el comienzo. Solo que había olvidado que los demonios para que dejen de existir… hay que enfrentarlos.
Recordé, entre el mirar de las ventanas el deseo que tenía por un nuevo calzado, y era perfecto pues estaba en el lugar correcto. Entre miradas, algún pequeño coqueteo de aquellas chicas que pensaban que podría ellas gustarme, accedi, no ante algo lujurioso, sino de un modo educado ante el hecho de sus atenciones.
Pero una voz, esa que tenía tiempo escuchando en lo más profundo de mi cabeza, estaba tras de mí. Mi cabeza se transportó ante el recuerdo, entre lo dulce y amargo de nuestro “amor”, pues solo fue una mentira, pero una muy bonita.
Tras pensarlo di media vuelta, y si, era él quien estaba frente a mi. Doy gracias que no había nada en mis manos, porque hubiese quedado al descubierto; aunque él se dio cuenta, porque sin mi permiso, ese rostro que estaba radiante se había empapado una vez más.
Fueron varios segundos, algo que parecía eterno. Ambos sabíamos que ninguno de los dos iba a usar sus labios para decir algo, así que le dejamos todo a las miradas y yo en especial a mis piernas que casi no me podían sostener por el temblar.
Quería salir corriendo de allí, porque era como estar entre un cuarto cuyo oxígeno empezaba a acabarse. Como pude, caminé todo lo que pude, y antes de poder tomar asiento, mi cuerpo respondió por sí solo, ante mi cuerpo inclinado al suelo y mi pecho cerrando paso al aire; pero no podía, no debía dejar que las personas a mi alrededor me vieran de esa forma.
Sentí que luego de hiperventilar lo que quedaba era simplemente caer en el suelo y ceder al límite de mi cuerpo. Pero antes de eso, esos brazos que solían sostenerme hace tiempo, estaban cruzados en mi pecho desde mi espalda, y con ello un “esta bien, lo siento” pude escuchar en mi oído.
Era como un perdón de él ante mi, algo que estaba buscando desde hace mucho tiempo, pues ya no había amor, ni siquiera el deseo de saber cómo estaba, simplemente necesitaba saber que no fui yo, sino él, así que cerré los ojos para ceder.
Pero…
Todo había sido una ilusión, o parte de ella, pues allí estábamos los dos, en un gran estacionamiento, cuyo cielo cayó encima nuestro. Vi su mano extenderse hacia mí, luego de que a distancia pude leer de sus labios un “perdón… pero lo haré otra vez”.
Yo solo dejé que el cielo calmara las llamas de mi interior, tomar la fuerza de aquellos vientos que nos golpeaba, para ser valiente y darle fin a todo esto. Respire una sola vez, y eso fue suficiente para dejar en su mano estirada todos los recuerdos y pasar por su lado, seguro no se lo esperaba, porque ni yo mismo pensé en hacerlo.
Pero es que no necesitaba su perdón… necesitaba era el mío propio, por dejarme manipular, burlar, violar una vida entera con engaños. Así que el cielo me lo dijo, no eran lágrimas en mi rostro, solo un mensaje entre la tormenta que me decía que todo iba a llegar a su fin.
Y entre mi camino… el cielo volvió a brillar dejando la oscuridad y el mal recuerdo atrás.
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Loneliness is such a harmful and silent feeling. I could be surrounded by the people I love and do it in a routine way. But when the heart believes in someone and with that creates expectations of life in the future, it is imprinted like those wolves of their faithful loves, for they may never have loved them, but at least they will always be there to protect them.
But from that day on, I knew many would change. If I digress in memories, I could say that that call was a total waste of time, for I was leaving aside those who were truly there for me, when my body and heart was rather screaming their name, and with that I only did what I felt was right, to say that I was okay despite the stabbing pain in my chest and the blood running down my face from the blow to the steering wheel.
I can't imagine the terror they must have felt at that moment, not knowing they weren't my first choice when they should have been. But not much can be said to a blinded and manipulated heart, I did what I believed and felt at the time, for had it been something with a degree of reality, maybe it was that companion that was accompanying me; thank life it is not so.
What should be a pleasant mattress to my body, becomes after 5 hours in a big cold rock that numbs my body and dissipates the energy in me. I couldn't go on like this, I had to look for the exit even though my hands were shaking and my breathing was agitated like the times I held your hand and looked into your eyes.
That had to be left behind, it was a movie I had seen before and in which I was the protagonist.
I go out into the world, it seems like the right time to give myself a chance. I feel the wind caress my cheeks and the sun finishes drying some remains of my tears almost crystallized on my skin. I look around me, as a way to try to distract my mind; the road seemed totally safe, although my chest was telling me "turn back" thinking that I would have a similar accident like that moment. But I knew it was just fear trying to cling to my life, so I held back. I took deep breaths over and over again, remembering that this would be the only way out and I could get back to who I was.
I smile as I hold my midsection, as it looked like a hurricane wind collision, only no one was going to get hurt; it was just a matter of a plate of food. My expression at the first mouthful was one of ecstasy, between satiating my hunger and the thirst to breathe a new life, taking the first steps to get away from that storm I wanted to leave behind.
But that sun was no longer radiant, it seemed to be hiding among the dark clouds that hinted that rain could be coming soon. But that did not matter, my face was calm, my body did not feel any fear, and that feeling I had of regret was dissipating completely.
There were no more stumbling steps, I was almost totally sure that this was going to be the beginning. Only I had forgotten that demons, in order for them to cease to exist... you have to face them.
I remembered, between looking at the windows, the desire I had for a new shoe, and it was perfect because I was in the right place. Between glances, some little flirting of those girls who thought I might like them, I agreed, not to something lustful, but in a polite way to the fact of their attentions.
But a voice, the one I had been hearing in the back of my mind for some time, was behind me. My head was transported before the memory, between the sweet and bitter of our "love", for it was only a lie, but a very beautiful one.
After thinking about it I turned around, and yes, it was him in front of me. I am thankful that there was nothing in my hands, because I would have been exposed; although he realized it, because without my permission, that face that was radiant had been soaked once again.
It was several seconds, something that seemed eternal. We both knew that neither of us was going to use our lips to say anything, so we left everything to the looks and I especially to my legs that could hardly hold me because I was shaking.
I wanted to run out of there, because it was like being in a room whose oxygen was starting to run out. As best I could, I walked as far as I could, and before I could take a seat, my body responded on its own, before my body leaning to the floor and my chest closing the way to the air; but I could not, I should not let the people around me see me that way.
I felt that after hyperventilating what was left was to simply fall to the ground and give in to the limit of my body. But before that, those arms that used to hold me long ago, were crossed on my chest from my back, and with that an "it's okay, I'm sorry" I could hear in my ear.
It was like a forgiveness from him before me, something I was looking for a long time, for there was no love anymore, not even the desire to know how I was, I just needed to know that it wasn't me, but him, so I closed my eyes to give in.
But...
It had all been an illusion, or part of it, for there we both were, in a large parking lot, whose sky fell above us. I saw her hand reach out to me, after which from a distance I could read from her lips a "sorry... but I'll do it again."
I just let the sky calm the flames inside me, to take the strength of those winds that hit us, to be brave and put an end to all this. I breathed only once, and that was enough to leave in his outstretched hand all the memories and pass by his side, I'm sure he didn't expect it, because I didn't even think of doing it myself.
But I didn't need his forgiveness...I needed my own, for letting myself be manipulated, mocked, violated a whole life with deceit. So heaven told me, there were no tears on my face, just a message in the storm telling me that everything was going to come to an end.
And between my path... the sky shone again leaving the darkness and the bad memory behind.
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