<center>


![1000011866.jpg](https://images.hive.blog/DQmVZLoqzKtrk7WpbnNkGkUgmTPhE8aauQk328VAHXAcx8S/1000011866.jpg)



</center>




<HR>

<div class="text-justify">

<div class=pull-left>

No era una cosa poco común que la esposa de Heriberto se vistiera de forma provocativa nada más para picarle la cresta,  como tratando de decirle que fácilmente tendría una aventura si se lo propusiera.  Heriberto por otro lado, era una persona dedicada a su familia y al trabajo,  no era tan religioso como ella,  siempre luchó para que nada le faltara a la familia. 

La condición económica no estaba muy bien que digamos por esos días,  Heriberto nunca había tenido la oportunidad de ascender de puesto o de estudiar,  pero con astucia y dedicación logró terminar la ingeniería.  Al fin el día llegó en que lo ascenderían de puesto,  pero como todas las oportunidades, esta tenía también algo que sacrificar.  Radicado en Monterrey Nuevo León toda la vida, se le hacía difícil dejar su tierra para ir a trabajar a  Mérida,  además su esposa no estaba muy convencida de moverse de lugar,  todas sus amistades  estaban en Monterrey,  por lo que se negó rotundamente a cambiarse de residencia, sin embargo esta no era una de esas oportunidades para dejar pasar tan fácilmente.  Al final llegaron a un acuerdo, él se iría por un año mientras se acomodaba en el trabajo y conseguía un lugar donde vivir.

-Solo dime algo Marianela,  ya tu marido lleva tres meses en Mérida solo. Tú crees que realmente está solo?  para mí que ya te hizo de chivo los tamales-

 Le dijo su amiga Laura  en tono burlón.

Por la cabeza de Enriqueta jamás había pasado la idea  de engañar a su marido,  si, por supuesto que era coqueta,  pero si acaso había salido un par de veces con algunos amigos  sin decirle nada a Heriberto,  mientras este trabajaba.

 Las dudas se fueron apoderando de ella  no era cosa de estar sola tanto tiempo, tenía que aprovechar la oportunidad,  al fin y al cabo  el otro ni se daría cuenta.

 Fue la misma Laura quién le presentó a Antonio en una fiesta.  Las cosas se dieron más rápido de lo pensado,  apenas sí tenían dos días de conocerse  y ya habían llegado a la cama.  No era como que se sintiera enamorada ni nada de eso,  era solo por la enorme rabia que le tenía a su marido. 

Pasaron seis meses más,  Marianela y Antonio parecían marido y mujer,  nadie Hubiera pensado que en realidad su esposo estaba al otro lado del país trabajando duramente para darle una oportunidad a la familia.

 Mientras tanto en Mérida, Heriberto trabajaba horas extras todos los días hasta que al final echaron a andar la empresa y pudo trabajar solamente 8 horas como todos los demás,  fue entonces cuando decidió empezar a estudiar una maestría.  Con el dinero que había juntado pagó el enganche de una casa grande,  ocho metros de frente por veinte de fondo,  tres cuartos, sala, comedor, cocina y lavandería techada.  Seguramente su esposa se llevaría una maravillosa sorpresa. Solo pensaba en su amada esposa todos los días con ferviente fe. 

Fue así como el primero de mayo de  1992 Heriberto llegó de improviso a su casa en Monterrey.  Si hubiera llegado una hora antes hubiera encontrado al amante de su esposa,  pero para la buena suerte de ella,  la madre de Antonio había enfermado y había tenido que salir  antes. Marianela no dijo nada,  tan solo hizo sus maletas y se fue con su esposo al  aeropuerto. 

Al llegar a su casa en Mérida, Marianela estaba fascinada.   ya su marido había amueblado la casa completamente.  Quiso decirle toda la verdad,  pero no lo hizo,  se puso sus ropas más sensuales,  y se dispuso a reconquistar a su marido, este, que ya tenía un año completo sin estar con ninguna mujer,  se sintió el hombre más feliz de todo el mundo.

 Treinta años más pasaron,  hasta que un día,  después de estar seis meses enferma,  Marianela murió.  Desde entonces Heriberto va todos los días a misa a rezar por su amada esposa. 

Que en paz descanse el amor de mi vida.  Decía en sus letanías...

 


</div>

<div class=pull-righ>

It was not an uncommon thing for Heriberto's wife to dress provocatively just to tease him, as if trying to tell him that she would easily have an affair if she proposed herself. Heriberto, on the other hand, was a person dedicated to his family and his work, he was not as religious as her, but he always fought so that the family lacked nothing.

The economic condition was not very good in those days, Heriberto had never had the opportunity to advance in positions or to study, but with cunning and dedication he managed to finish engineering. Finally the day came when he would be promoted, but like all opportunities, this one also had something to sacrifice. Living in Monterrey Nuevo León all his life, it was difficult for him to leave his homeland to go to work in Mérida, and his wife was not very convinced about moving, all his friends were in Monterrey, so she flatly refused to move residence, however this was not one of those opportunities to pass up so easily. In the end they reached an agreement, he would leave for a year while he settled into work and found a place to live.


-Just tell me something Marianela, your husband has already been in Mérida alone for three months. Do you think he's really alone? for me, he already made the tamales a goat for you-

Her friend, Laura told her in a mocking tone.

The idea of cheating on her husband had never crossed Enriqueta's mind, yes, of course she was flirtatious, but if anything, she had gone out a couple of times with some friends without saying anything to Heriberto, while he was working.

  Her doubts began to take over, it wasn't a matter of being alone for so long, she had to take advantage of the opportunity, after all the other person wouldn't even notice it.

  It was Laura herself who introduced Antonio to her at a party. Things happened faster than expected, they had only known each other for two days and they had already gotten to bed. It wasn't like she felt in love with him or anything like that, it was just because of the enormous anger she had towards her husband for nothing.

Six more months passed, Marianela and Antonio seemed like husband and wife, no one would have thought that her husband was actually on the other side of the country working hard to give the family a chance.

Meanwhile in Mérida, Heriberto worked overtime every day until they finally started the company and he could only work 8 hours like everyone else. That's when he decided to start studying for a master's degree. With the money he had raised he paid the down payment on a large house, eight meters wide by twenty meters deep, three bedrooms, living room, dining room, kitchen and covered laundry room. Surely his wife would get a wonderful surprise. He only thought of his beloved wife every day with fervent faith.

That's how on May 1, 1992, Heriberto suddenly arrived at his house in Monterrey. If he had arrived an hour earlier he would have found her wife's lover, but to her good luck, Antonio's mother had fallen ill and he had had to leave eaelier. Marianela didn't say anything, she just packed her bags and she went with her husband to the airport.

Upon arriving at her house in Mérida, Marianela was fascinated. Her husband had already fully furnished the house. She wanted to tell him the whole truth, but she didn't, she put on her most sensual clothes, and prepared to win back her husband. He, who had already been with no woman for a full year, felt like the happiest man in the whole world.

  Thirty more years passed, until one day, after being sick for six months, Marianela died. Since then Heriberto goes to mass every day to pray for his beloved wife.

May the love of my life rest in peace. He said in her litany... 


</div>

<HR>





<center>

![1000011864.jpg](https://images.hive.blog/DQmQrV9CXzkwZAGLXnqBJLQFFhoZ264Fzg9ftmDrwYbapMk/1000011864.jpg)


Historia corta y fotografía

@saulos

</center>