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**Ilustración hecha con la aplicación de inteligencia artificial [Starryai](https://create.starryai.com/user/VickaBoleyn/creation/173443458)**

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Aghar miró a la joven mujer triste de cabello oscuro y atavíos color vino que estaba sentada junto a ella. 

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Podía entender los sentimientos de Güzelay, la futura reina de Neptuno. Una joven terrícola sin ningún deseo de poder y matrimonio, en especial si ese hombre podría matarla en cualquier momento si dejaba de serle útil para sus propósitos, cualesquiera que fueran. Pero el Destino quería insistir en su afán de ponerla en el lugar y momentos inesperados, obligándola a sacrificar el ya lejano retorno a la Tierra.

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Si fuera cualquier otra mujer que ambicionase la posición que ella ahora ostentaba, le habría importado poco; ser reina era sinónimo de prestigio y poder. Pero Güzelay no era alguien egoísta. O quizás sí lo era, pero solo cuando la situación lo requería. Por desgracia, su actual situación no era la propicia para serlo; Güzelay estaba consciente de eso cuando decidió resignarse a aceptar la imposición del Destino.

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O al menos eso fue lo que Aghar pensó cuando Güzelay le dijo: "He estado pensando en renunciar a mi posición de reina una vez terminada esta guerra".

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Aghar le miró, boquiabierta. Güzelay añadió: "No puedo, Aghar. Me niego a aceptar este destino. Yo... Yo no soy adecuada para esto de ser reina".

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"Los neptunianos tendrán sus razones para elegirte".

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"Ellos necesitan a alguien que conozca bien sus necesidades, sus sueños y sus capacidades, Aghar. Alguien competente y sabio que sepa bien hacer su trabajo, no alguien que lo único que sabe hacer es leer y contar historias, y hacer tapetillos con el telar".

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Tomándola de la mano, Aghar miró a su amiga y le dijo:

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"Entonces escribe tu propia historia, Güzy. ¡Escríbela y deja que las cosas fluyan! ¡Solo mírate! Ya no eres la terrícola asustada que conocí en el palacio del emperador; ya no eres la concubina fugitiva de un príncipe obsesionado por un trono. Eres la mujer que impidió a las huestes del emperador despojar a familias inocentes de sus hogares; eres la mujer que se puso al tú por tú con la Princesa Imperial con tal de defendernos de sus abusos. Eres la mujer que ya está harta de que todo el mundo piense que debes estar a la altura de las expectativas, aquí y en la Tierra". 

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Güzelay sintió las ganas de llorar. Aghar continuó:

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"En la Tierra te harán preguntas; querrán saber dónde estabas, con quién estuviste y qué fue lo que te impulsó a regresar, sabiendo que quizás te traten como alguien que perdió la cabeza o te señalen con el dedo. En Neptuno te preguntarán las razones de tu renuncia; incluso Borg querrá saberlo. Pero no le debes ninguna explicación a nadie, Güzelay; has luchado con todo y contra todos, incluyendo al Destino. Si renuncias después de la guerra, los neptunianos comprenderán tu decisión y te la respetarán, puesto que ya no les debes nada".

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La joven terrícola sonrió quedamente y añadió: "Ojalá fueran las cosas así como dices, Aghar. He estado meditando sobre la posibilidad de que Neptuno se volviera república; de ese modo, podrán elegir al gobernante que crean capaz de llevar sobre sus hombros el destino del planeta. Por supuesto, igual deberán elegir a sus gobernadores locales para que lo ayuden en su administración. Todo eso si muere Borg en la guerra. Pero si no muere, entonces elegiría a una sucesora con quien él accedería a casarse de nuevo. Tengo en mente a dos mujeres: a Pélope y a Anfítrite".  
 
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"Anfítrite y Pélope se negarían en rotundo a ocupar tu lugar. Ambas son amantes; pronto se casarán. Si les ofreces a ambas el puesto de la reina, una tendrá que tomar el puesto y la otra pasaría a ser concubina. Eso si Borg modificara la ley neptuniana, la cual señala que el rey no puede tener concubinas de ninguna clase. Además, está la cuestión sucesoria; solo los hijos de la reina accederían al trono, y los hijos de la concubina serían considerados no aptos. Eso podría llevar a una lucha por el poder".

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"Entonces sugiéreme a alguien que pueda sucederme. Podría recomendarte a ti, pero estás casada con Appolyo".

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"¡Gracias a la Madre de Luz y Sombra por eso! Aunque me lo suplicaras, no accedería. Ahora, yo diría que dejes que sea Borg el que decida quién sería su nueva reina".

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