<div class="text-justify">
Erszébet Krasinskyi miró al hombre que se había sentado frente a ella. Era joven, alto y atractivo; una combinación perfecta de lo mejor de ambas subespecies humanas, los híbridos y los vampiros. 

<p>

Ilona, su hija, se había encaprichado en los últimos meses con aquél hombre, a quien conoció en Hungría hace unos tres meses. Aquello representaba una gran oportunidad para los Krasinskyi de casarla con alguien que pudiera aplacar los constantes arrebatos infantiles de la joven vampiresa. 

<p>

De hecho, Erszébet había concebido todo un elaborado plan para lograr aquella unión, sobre todo porque Haytham Fairchild no era un individuo cualquiera. 

<p>

Por el lado paterno era nieto de sir Robert Fairchild o Hvitserk Ragnarsson, como se llamaba realmente aquél longevo vamphum; éste era miembro de la legendaria familia Pendragon al ser el hijo menor de Morgaine Aslaug, reina de los daneses y suecos por su matrimonio con Ragnar Lothbrok y señora de Tintagel por su parentesco con Artorius, rey de los bretones. Por el lado materno, era nieto de Georges Ederlezi, jefe de una de las familias vampíricas más antiguas de Europa cuyos orígenes se remontan a los tiempos de Harald Hágrafi, también ancestro suyo. Por si fuera poco, una de sus tías paternas era la última miembro de la Casa Gévaudan, la casa del Lobo Blanco.

<p>

Ilona se estaría casando, pues, con alguien cuyo linaje era de gran peso entre los híbridos y en la comunidad licantrovampírica. Un linaje tan antiguo como ilustre. Semejante alianza era muy valiosa para los vampiros húngaros, quienes respetaban a Hvitserk no solo por su longevidad y fuerza monstruosa, sino también por su sabiduría y sus habilidades diplomáticas.

<p>

Tanto Yonec como ella sabían, pues, que su hija estaría en muy buenas manos... Si no tuvieran el problema de la actitud y comportamiento infantiles de la joven.  

<p>

"Agradezco enormemente que haya acudido a mi llamado, señor Fairchild", dijo la mujer con diplomacia. "Espero que esté disfrutando una vez más de su estancia en la tierra natal de su señora madre, a quien, por cierto, me gustaría enviarle mis más afectuosos saludos".

<p>

"Se los daré cuando regrese a Inglaterra en un par de días, señora Krasinskyi", replicó el joven con cortesía. "Mis abuelos maternos le tienen en alta estima al igual que mi madre y mi padre. Ahora, dígame, ¿en qué puedo ayudarle?"

<p>

"Bueno, señor Fairchild, le seré franca y directa: Quiero que usted se case ahora mismo con mi hija Ilona".

<p>

Haytham le miró con sorpresa. Erszébet añadió:

<p>

"Sé que usted y mi hija son nordekais. La forma en la que se conocieron, desafortunadamente, no fue la adecuada, y me disculpo por ello. Si embargo, mi hija está demasiado encaprichada con usted, al punto de que terminó por explotar los nervios de mi pobre esposo tras la adquisición de un costoso vestido de novia sin su autorización. Esto se derivó en terribles enfrentamientos con todos, incluyéndome. Ahora, entiendo que mi hija no es de su agrado, pero le ruego que considere al menos esta alianza". 

<p>

"Señora Krasinskyi, esto es muy... repentino. Es decir, con todo el respeto que le tengo, pero ¿no cree usted que hay otra solución para el problema de su hija?"

<p>

"Créame que mi esposo y yo hemos pensado en muchas soluciones y hemos probado varias de ellas sin buenos resultados. Esto del matrimonio es nuestro último recurso".

<p>

"Tengo entendido que tiene varios pretendientes. ¿Por qué no se casa con uno de ellos?"

<p>

"Porque los rechazó a todos. Haytham, por favor, ¡por favor!, le ruego que lo considere. Mi esposo y yo entendemos que esto es muy repentino, y que quizás disguste a su familia, pero no tenemos otra alternativa".

<p>

"Señora, no puedo hacer eso. No nos conocemos, y me temo que no sería una relación sana. Además, estoy a nada de cortejar a otra mujer, por quien sí tengo sentimientos".

<p>

"El matrimonio puede durar 6 meses, lo necesario para solicitar el divorcio después. Después de ello, los dos podrán separarse".

<p>

"Me está pidiendo, en síntesis, que juegue con el corazón de su hija".

<p>

"Más bien es su capricho lo que estaría en juego. Ilona, mi buen muchacho, es como una niña; admito que en ese lado es culpa nuestra el haberla criado así, dadas las circunstancias en las que su padre y yo hemos formado nuestra familia, pero mi esposo y yo creemos que una decepción amorosa la obligará a pensar las cosas mejor".

<p>

Haytham, negando con la cabeza, respondió:

<p>

"Lo que usted me propone, señora, es un riesgo enorme; por lo que varios parientes de la familia de mi madre me han contado, su hija es alguien que no sabe manejar sus emociones, lo que implicaría que termine por hacer cosas cruentas. Tiene usted una bomba a punto de explotar, señora Krasinskyi".

<p>

"Lo sé, pero mi esposo y yo tomaremos el riesgo".

<p>

Con un suspiro, Haytham reflexionó un momento y concluyó: "Creo que puedo ayudarla solo al cortejarla, si usted insiste en lo que pretende. Sin embargo, no le garantizo que el plan resulte, dado todo lo que implica".

<p>

Erszébet sonrió complacida. El plan había tomado una nueva ruta, pero el objetivo sería el mismo; al menos eso es lo que ella estaba calculando en esos momentos. 
</div>

<p>

<center>

https://images.pexels.com/photos/265791/pexels-photo-265791.jpeg?auto=compress&cs=tinysrgb&dpr=2&h=650&w=940
**Fuente de la imagen: [Pexels](https://www.pexels.com/es-es/foto/fotografia-de-enfoque-selectivo-de-una-alianza-de-color-dorado-265791/)**

<p>

https://images.hive.blog/0x0/https://files.peakd.com/file/peakd-hive/vickaboleyn/ddfl4myt-vickaboleyn.gif

</center>