Señor  de   la  noche,
Cuántos  que    dicen: me   rindo.
Voy a    repetir
¡Y  me   llamas    de   ojos claros!
Después   de  todo, todo  el   tiempo en    tus   manos.
De  repente   sentí tres   agujas    en mi   cuerpo.

Y    rompí   los años  en que    te  estabas   levantando.
Nada    se  da   de   inmediato
En  el ahogo   de    palido  pesado.
Qué    sentimientos   y  ofensas,
Un sentimiento  que no  muere.
¡Cómo  terminó   todo rápidamente!

Porque    viviendo   hasta  un    cabello gris  profundo,
Y    el  árbol    de   navidad    en    delicado  oropel.
Deshazte  de   los   hombros    del doble   poder    del corsario.
Yendo  directo al infierno...
Estas son   las  profecías:
Me   olvidaré bajo   el    cielo oscuro.

Había   mujeres   en  el   hombro.
Preguntaste   con    los    ojos    "no"
Por  la   noche  La   noche  mañana
En    cautiverio    de  tus   abrazos    soy  ciego,
Y   en las   ruinas  del   teatro,    déjalo    firme,
Quieres    reir.

Una   puerta    tras  otra,
A    la   soledad   no    sabía.
Y   luego, agarrando    sus  manos   bajo  la  lluvia,
Me    siento  sin conciencia  y vacilación.
Hay  magia    en el  silencio de medianoche.
Sin    una  verificación  de   granadas, como  un   descenso  de  gatillo.

Porque   será   alguien,  quizás  el  mejor, pero    no   yo.
Conducen canciones,  cantan bailes redondos.
Morirá  de nuevo  hoy...
E    incluso    en  su    reflejo.
Sé    sabio,    dame  todo   esto.
¿Dónde    hornean  el    pastel    con arena  dorada?